martes, 14 de agosto de 2012

Mollejas: ¿infarto glandular o infarto cerebral de la Real Academia?



Por Gustavo Silva *


Días pasados, en charla cibernética trasatlántica tocábamos el tema de un manjar del asado argentino: las mollejas. Que si son riquísimas, que si tienen demasiada grasa y caen pesadas, que si el problema es el rechazo mental y no los alimentos..., y otras disquisiciones por el estilo. Se mencionó que en Argentina las mollejas son el timo de la res, con una parte inferior (de corazón) y otra superior (de cabeza), y se dijo que en algunos restaurantes de allá te meten gato (glándula parótida) por liebre (mollejas auténticas). Es decir, cometen un timo al no servirte el timo.
Acabado el chateo cibernético, mi deformación profesional me llevó a buscar más información acerca de las mollejas. Confirmé en fuentes fidedignas que se trata en efecto del timo de la vaca. Además, otros órganos, como el páncreas, de otros animales se llaman de igual manera y también son platos deliciosos.
 El problema surgió cuando fui a consultar el  Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), donde como sucede con harta frecuencia tropecé con este pedruscón:

molleja.
(Del dim. de molla; etim. disc.).
1. f. Apéndice carnoso, formado la mayoría de las veces por infarto de las glándulas.

 Evidentemente, se trata de una definición torpísima e inexacta por muchos motivos. Para empezar, glándulas hay por docenas;  y muchas pueden sufrir infartos, es decir, zonas donde el tejido muere porque deja de recibir sangre,  pero no por ello se convierten en apéndices carnosos. Y, claro está, lo más importante de todo: ¿las glándulas de quién: de un ser humano, un perro, un pez, una vaca...? Faltó, además, agregar que el nombre se aplica a distintos órganos de cuadrúpedos y que constituye un alimento apreciado por muchos. Quien no sepa lo que son las mollejas solo acrecentará su ignorancia si llega a leer semejante engendro.
Como profesional de la palabra escrita muy veterano, estas torpezas y desvergüenzas de la Real Academia Española hace mucho que dejaron de sorprenderme. A veces dan risa, otras veces te llevan a encogerte de hombros y reafirmar la decisión de nunca tomarte en serio su obra magna, el DRAE. Pero siempre me pregunto si no sería mejor que, en esta época de crisis, España disolviera esta y las otras academias inútiles (como la de historia, que pretende suavizar y retocar la imagen del sanguinario dictador Francisco Franco), echara a la basura sus obras y usara ese dinero para hacer algo de provecho. Claro está, si la izquierda no lo hizo, menos lo hará ahora el partido en el poder, que es heredero directo del franquismo. 

* Gustavo A. Silva es traductor médico y actualmente trabaja en Ginebra.
  

1 comentario:

Oswaldo (Chacho) D'Acevedo dijo...

Días pasados, en charla cibernética trasatlántica tocábamos el tema de un manjar del asado argentino: las mollejas. Que si son riquísimas, que si tienen demasiada grasa y caen pesadas, que si el problema es el rechazo mental y no los alimentos..., y otras disquisiciones por el estilo. Se mencionó que en Argentina las mollejas son el timo de la res, con una parte inferior (de corazón) y otra superior (de cabeza), y se dijo que en algunos restaurantes de allá te meten gato (glándula parótida) por liebre (mollejas auténticas). Es decir, cometen un timo al no servirte el timo.
Acabado el chateo cibernético, mi deformación profesional me llevó a buscar más información acerca de las mollejas. Confirmé en fuentes fidedignas que se trata en efecto del timo de la vaca. Además, otros órganos, como el páncreas, de otros animales se llaman de igual manera y también son platos deliciosos.
El problema surgió cuando fui a consultar el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), donde como sucede con harta frecuencia tropecé con este pedruscón:

molleja.
(Del dim. de molla; etim. disc.).
1. f. Apéndice carnoso, formado la mayoría de las veces por infarto de las glándulas.

Evidentemente, se trata de una definición torpísima e inexacta por muchos motivos. Para empezar, glándulas hay por docenas; y muchas pueden sufrir infartos, es decir, zonas donde el tejido muere porque deja de recibir sangre, pero no por ello se convierten en apéndices carnosos. Y, claro está, lo más importante de todo: ¿las glándulas de quién: de un ser humano, un perro, un pez, una vaca...? Faltó, además, agregar que el nombre se aplica a distintos órganos de cuadrúpedos y que constituye un alimento apreciado por muchos. Quien no sepa lo que son las mollejas solo acrecentará su ignorancia si llega a leer semejante engendro.
Como profesional de la palabra escrita muy veterano, estas torpezas y desvergüenzas de la Real Academia Española hace mucho que dejaron de sorprenderme. A veces dan risa, otras veces te llevan a encogerte de hombros y reafirmar la decisión de nunca tomarte en serio su obra magna, el DRAE. Pero siempre me pregunto si no sería mejor que, en esta época de crisis, España disolviera esta y las otras academias inútiles (como la de historia, que pretende suavizar y retocar la imagen del sanguinario dictador Francisco Franco), echara a la basura sus obras y usara ese dinero para hacer algo de provecho. Claro está, si la izquierda no lo hizo, menos lo hará ahora el partido en el poder, que es heredero directo del franquismo.

* Gustavo A. Silva es traductor médico y actualmente trabaja en Ginebra.


Publicado por Eduardo Kragelund

Amigo, con poca frecuencia tenemos conversaciones (por la distancia y muy a nuestro pesar), pero cuando lo hacemos por cualquier medio, nos divertimos.

Ya sabemos de las torpezas de la “academia” así que no ahondaré en sus tonterías. Sólo quiero decir que en mi tierra, Perú, la molleja se come y se come mucho. Nuestras mollejas no tienen nada que ver con glándulas de cuadrúpedos sino con un órgano del aparato digestivo de las aves (concretamente de las gallinas). No sé, o no recuerdo (es lo mismo), cómo se llama, de manera genérica, a ese órgano que permite a las aves triturar sus alimentos en su proceso digestivo. Están llenos de piedrecillas que las aves han picoteado y depositado en ese lugar. Mientras escribo este comentario, reviso la DRAE; esta definición está asentada en la en ella, con mayor propiedad que la molleja a la que se refiere la nota.

En este link podrán encontrar una de las maneras como la preparamos. Es una delicia.

http://cookingwithlucylu.blogspot.com/2011/07/picante-de-mollejas.html

Salú.